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CARABINEROS DE CHILE Nacional

Un Prócer Olvidado: El Comandante Roberto Dávila Baeza

FUNDADORES DEL ANTIGUO CUERPO DE CARABINEROS.

  • CDTE. ROBERTO DÁVILA BAEZA
  • GRAL. FRANCISCO FLORES RUIZ

INTRODUCCIÓN

Don Roberto Dávila Baeza, nació en 1865 y se incorporó al Ejército en 1891, realizando una rápida carrera, ya que en 1901 ascendía a Teniente Coronel del arma de caballería, nombrándosele Comandante del Regimiento Granaderos a Caballo. El 8 de mayo de 1904 se le nombró Comandante del Regimiento de Gendarmes, unidad militar con función  de policía rural, que se había creado en 1903.

Artículo por Don Carlos Bustos Soto General Inspector (r) de Carabineros, Miembro de Número y Socio del Instituto Histórico de Carabineros

DESARROLLO

En la creación del Regimiento de Gendarmes, influyó el hecho de que había que combatir el bandolerismo en las zonas rurales, tanto del norte como del sur de Chile, el que había surgido principalmente después de la Revolución Balmacedista de 1891, al huir al sur, los soldados del ejército derrotado, con sus caballares y armamento, conformando bandas delincuenciales, destinándose diversas unidades militares, del arma de caballería, en la lucha por mantener la seguridad en esas zonas.

La utilización de los Regimientos de caballería en el combate de la delincuencia organizada, en las zonas rurales, no era nuevo, pues ya lo había dispuestos  el general Bernardo O”Higgins, durante todo su gobierno, entregándoles esta misión a los Regimiento que se encontraban acantonados en la zona central, de Santiago a Concepción, con un muy buen resultado, ya que producto de ello, se terminaron muchas bandas organizadas, como fueron los montoneros  ubicados en la zona pre-cordillerana del Maule y de Ñuble.

Los Regimientos de Caballería, no sólo eran empleados, ya a fines del siglo XIX, con funciones de policía rural en la zona centro sur del país, sino que antes,  al término  de la Guerra del Pacífico, en las oficinas salitreras del norte, donde ya  se iniciaban estallidos sociales, con huelgas y manifestaciones que alteraban el orden público, que muchas veces terminaban con muertos y heridos. Es así como el Estado Mayor del Ejército, manifestaba en numerosas comunicaciones al gobierno, que esta función policial de sus Unidades, entorpecía la instrucción de la tropa, especialmente de la conscripción, perjudicando con ello la disciplina y finalmente, que la función policial no era lo suyo.

En virtud a ello, el Gobierno de la época dispuso en 1902, que cada uno de los Regimientos de Caballería “Cazadores”,” Lanceros”, “Dragones” y “Guías”, pusieran un escuadrón a disposición del Ministerio del Interior,  para cumplir las funciones policiales rurales que éste le designara.

Estos cuatro escuadrones montados, se pusieron a las órdenes de los Intendentes y Gobernadores que así lo requirieran, cumpliendo con las disposiciones que emanaban de un reglamento dictado por el General Emilio Korner, Jefe del Estado Mayor del Ejército, que decía: “El objeto a que dedicarán sus esfuerzos los individuos de estos escuadrones, es la extinción del bandidaje que azota los campos, procediendo con energía y legalidad, pero sobre todo, con energía”.

En el año 1903, por Decreto Supremo del Ministerio de Guerra, con estos cuatro escuadrones se creó el Regimiento de Gendarmes, el que quedó bajo la dependencia del Estado Mayor del Ejército, pero dependiendo directamente del Ministerio del Interior en lo relacionado con el servicio policial rural. Sus escuadrones quedaron originalmente distribuidos en Santiago, Valparaíso, Talca y Concepción y posteriormente se sacó un escuadrón del Regimiento Húsares, que estaba acantonado en el norte y se envió, como integrante del Regimiento de Gendarmes, a la ciudad de Iquique, para cubrir toda la zona norte.

Como su primer Comandante fue designado el Mayor de Ejército don Manuel Antonio Vergara, que sólo estuvo un año al mando, ya que en 1904, como ya lo manifestamos, asume como Comandante del Regimiento de Gendarmes, el Teniente Coronel de Ejército don ROBERTO DÁVILA BAEZA, del arma de caballería.

Su gran obra, que fue la de un verdadero organizador, se inicia cuando logra que en 1907, el 19 de abril, por Decreto Supremo 1786, se incorpora el Cuerpo de Gendarmes de las Colonias al Cuerpo de Carabineros, lográndose de esta forma la cobertura nacional del Cuerpo.

De esta forma, el Cuerpo finalmente, quedó conformado en tres Grupos: el del Norte, encargado de las pampas salitreras con asiento en Iquique; el del Centro, con escuadrones en Santiago, Rancagua, San Fernando, Chillán y Collipulli y el del Sur, con escuadrones en Cautín, Valdivia, Llanquihue y Chiloé.

SU MAGNÍFICA Y TRASCENDENTE OBRA:

DENOMINACIÓN DE CARABINEROS

Encontrándose en este cargo, el Cdte. Dávila, se dedicó a la reorganización del Regimiento de Gendarmes, solicitando la cooperación de las Embajadas cuyos países tenían fuerzas policiales de carácter militar, fue así que llegó hasta las embajadas de España, Francia e Italia, siendo ésta última quien mejor lo acogió, contactándolo con los Carabineros italianos, de los cuales obtuvo un gran apoyo, principalmente con reglamentos, manuales y otras disposiciones de organización  para la nueva institución militar-policial. Incluso los Carabineros italianos enviaron a dos instructores para ayudar a la formación del personal.

La documentación de la época, no manifiesta las razones por las cuales se le cambió el nombre de Regimiento de Gendarmes por Carabineros, pero se estima fundadamente que fue  obra del Cdte. Dávila, debido al gran apoyo que recibió de los Carabineros italianos, por lo que con certeza podemos decir que la nueva denominación fue idea de él y en homenaje a esa cooperación recibida de la institución italiana.

Este cambio de denominación al Regimiento, se materializó por Decreto Supremo 1230 del 6 de marzo de 1906, denominándose ahora Regimiento de Carabineros, aprobándose su Reglamento Orgánico, el que en su artículo 1° decía:  “  El Regimiento de Carabineros está destinado a velar por la seguridad pública y asegurar el mantenimiento del orden y la observancia de las leyes en todo el territorio de la República y en particular, en los campos y caminos públicos. Una vigilancia activa y progresiva constituye la eficiencia de su servicio. “

Con esta definición, amplía el marco de sus actividades, acomodándose mejor a la realidad nacional, ya no va a combatir únicamente al cuatrero o a los bandoleros, tendrá además como misión fundamental, velar por el mantenimiento del orden y la observancia de las leyes, en los campos y caminos públicos en todo el territorio nacional, o sea, le da el carácter de policía rural y nacional.

UNIFORME VERDE

El Regimiento de Gendarmes tenían el uniforme gris del Ejército y al producirse el cambio de denominación, se cambió también el uniforme a verde caqui, que es el actual color de la institución Carabineros de Chile, antecedentes o razones del cambio tampoco figuran en los documentos de la época, pero se estima, en base a presunciones fundadas, que el cambio se debió al terreno en que realizaban sus operaciones policiales, que era principalmente la zona central, con su vegetación verde, lo que serviría, con este uniforme, el poder camuflarse ante la persecución de los bandoleros, por ser los Carabineros de la época, esencialmente represivos y secundariamente preventivos, lo que también fue obra del Cdte. Dávila, al dictar él, el primer Reglamento de Uniformes del Regimiento de Carabineros en 1908.

EMBLEMA CARABINAS CRUZADAS

Al producirse el cambio de denominación y organización, de Gendarmes por Carabineros, había que instaurar un emblema que representara a esta nueva unidad, por lo que el Cdte Dávila estimó que lo que mejor los representaba era su arma de servicio principal, la carabina, de la cual también provenía su denominación y que ya la habían utilizado como emblema, con anterioridad, algunos Regimientos de Caballería durante la historia militar, por lo que quedó establecido como símbolo e insignia, en los nuevos reglamentos institucionales. El Regimiento de Gendarmes, antecesor del de Carabineros, tenía como emblema dos sables cruzados.

ESCUELA DE CARABINEROS

El Comandante Roberto Dávila Baeza, dio a los Carabineros un fuerte impulso, tanto en la organización, formación, como instrucción de la tropa de ese tiempo, ya que los Oficiales, en su mayoría,  eran comandados del Ejército, quien los destinaba por 3 o 4 años al Cuerpo de Carabineros y después los recogía al servicio militar.

Desde que reestructuró a los Gendarmes hasta la formación de los Carabineros, el Cdte. Dávila venía solicitando al Gobierno, por intermedio del Ministerio del Interior, la creación de una Escuela, la Escuela de Carabineros, cuyo fin primario era formar a los suboficiales  y clases, ya que era necesario implantarles una sólida educación tanto moral, disciplinaria, cívica y militar policial, por ser esta una  tropa que en la mayoría del tiempo debía actual en pequeños destacamentos, alejados del control de los Oficiales, de ahí la absoluta necesidad de una Escuela y por lo tanto una buena formación.

Finalmente, las gestiones del Cdte. Dávila dieron su fruto, ya que por Decreto Supremo 5565 del 19 de diciembre 1908 se aprobó el “Reglamento Orgánico de la Escuela de Carabineros”, con la finalidad de preparar a los suboficiales y tropa de la nueva institución. Al año siguiente, el 28 de agosto de 1909, por Decreto Supremo 2843, se autorizó al Comandante de Carabineros, que en ese entonces era el Crl. Francisco Flores Ruiz, para crear en la Escuela de Carabineros un curso de Aspirantes a Oficiales, a objeto de formar a su propia Oficialidad.

CONCLUSIÓN

 En 1909, el Comandante Dávila, fue llamado por el Ejército a sus filas, siendo destinado como adicto militar a la embajada de Chile en Austria, siendo reemplazado por su segundo, el Mayor Francisco Flores Ruiz. Terminando con ello su relación con el Cuerpo de Carabineros y encontrándose en el desempeño de esta misión, con fecha 4 de marzo de 1910, asciende a Coronel.

A su regreso a Chile, sirvió primero en el Estado Mayor y en septiembre de 1912, fue nombrado Inspector de Caballería y el 14 de abril de 1913, Director de la Escuela Militar. Poco tiempo permaneció al frente de este Plantel, pues el 23 de diciembre de ese año, el gobierno lo envía nuevamente a Europa, comisión que se prolongó hasta noviembre de 1915, fecha en que regresó al país, donde a los muy pocos días falleció de muerte natural.

El Cdte. Dávila, como fundador del Cuerpo de Carabineros, dejó en él su sello imborrable, siendo muchas sus acciones que perduran y perdurarán por tiempo ilimitado en la nueva institución de CARABINEROS DE CHILE.

Creo y estoy cierto que muchos así lo creerán, que  le debemos un homenaje a su memoria, por nuestra denominación de CARABINEROS, por nuestro uniforme VERDE CAQUI, por nuestra ESCUELA y por nuestro emblema de LAS CARABINAS CRUZADAS.

Quizás merecería que su nombre estuviera presente en alguna calle o lugar de la Escuela de Carabineros, o la colocación de un busto o una pintura, que represente su figura señera en los destinos de la nueva institución de CARABINEROS DE CHILE.

¿NO CREEN USTEDES QUE ESTE PRECURSOR DE LOS CARABINEROS, SE MERECE MAS DE ALGÚN RECUERDO Y  HOMENAJE?

  • GENERAL DE BRIGADA ( E ) FRANCISCO FLORES RUIZ,  un precursor de Carabineros de Chile.

En 1908, cuando se fundó la Escuela de Carabineros, por Decreto del 19 de diciembre de ese año, el Mayor Francisco Flores Ruiz se desempeñaba como 2do. Comandante del Cuerpo de Carabineros y por ser el único Oficial Jefe, después del Comandante, asumió la Dirección del plantel, con el cargo de Comandante de la Escuela, siendo por este motivo considerado como su primer Director.

A principios de 1909, al dejar el Comando del Cuerpo el distinguido y talentoso Oficial el Coronel don Roberto Dávila Baeza, a quien se le debe, entre otros, el cambio de denominación de Carabineros del antiguo Regimiento de Gendarmes, además del cambio de uniforme del gris al verde, siendo destinado en el cargo de Adicto Militar en Viena, en su reemplazo fue designado el Segundo Comandante, el entonces Mayor Francisco Flores Ruiz.

A este brillante Oficial Jefe, le correspondió materializar una de las más sentidas aspiraciones, establecer en agosto de 1909, el Primer Curso de Aspirantes a Oficiales, sirviendo desde entonces, la Escuela de Carabineros, a una adecuada formación profesional de sus propios Oficiales, que hasta ese momento se nutría de los Oficiales del Ejército, que servían como comandados en el Cuerpo, siendo base para la amplia y compleja misión policial del antiguo Cuerpo.

Con la creación de la Escuela de Carabineros y el funcionamiento de sus diversos cursos, empieza para el Cuerpo una etapa de rápido progreso. Se inicia la preparación de una Oficialidad instruida en las necesidades y modalidades del servicio policial y se mejoran las condiciones de instrucción y morales de los suboficiales y la tropa.

En ese tiempo, la Escuela de Carabineros, como plantel único de esta institución, formaba a los carabineros, perfeccionaba a los suboficiales, formaba a los oficiales y perfeccionaba a los capitanes y dictaba algunos cursos especiales, o sea, ejercía las funciones de  los cinco planteles que hoy existen en Carabineros de Chile.

Bajo el mando del Coronel Flores, el Cuerpo de Carabineros amplió su esfera de acción, en términos tales, que sus miembros empezaron a llamar la atención de los poderes del estado y de la opinión pública nacional.

La férrea disciplina militar, el alto espíritu de sacrificio y el valor a toda prueba, fueron las características que distinguieron a los carabineros, señalados como la base del orden público de las ciudades y de la seguridad en los campos y caminos; bien pronto se ganaron el afecto de la ciudadanía y de las autoridades.

EL REGIMIENTO DE FERROCARRILES

A raíz de la huelga ferroviaria de 1913, el gobierno disolvió la Policía civil de ese servicio y en atención a la eficiencia y al mérito funcionario de los Carabineros, les entregó la custodia total de los Ferrocarriles del Estado, motivando la creación del Regimiento de Ferrocarriles, con una dotación inicial de 22 Oficiales y 700 efectivos, distribuidos en 4 Escuadrones, con asiento en Valparaíso, Santiago, Concepción y Temuco, cada Escuadrón al mando de un Capitán y con una Sección de Investigaciones, para pesquisar los delitos cometidos en las estaciones y convoyes.

Esta organización permitió a Carabineros extender su vigilancia, desde Pueblo Hundido hasta Puerto Montt, por medio de Tenencias, Retenes y puestos, diseminados a lo largo de toda la vía ferroviaria. En esta forma, la vigilancia de los intereses de la empresa y del público fue completa, nada se movía del patio de acopio de las estaciones sin la intervención de los Carabineros. Merced a esta labor la empresa economizó mucho dinero, que se perdía con los constantes robos y daños.

ESTABILIDAD DEL CUERPO DE CARABINEROS

Durante el largo lapso de mando del General Flores y gracias a su gestión ante el gobierno de la época, se obtuvo otro notable avance. La fuerza y organización del Cuerpo ya no iba a depender de la Ley de Presupuesto, sino que en virtud a la Ley 3.547 del 10 de septiembre de 1919, se le dio estabilidad legal, fijándose su dotación, sueldos, gratificaciones, etc. Constituyéndose en una verdadera Ley Orgánica del Cuerpo.

Al mismo tiempo se le definía como una “institución militar encargada de velar por el mantenimiento del orden en todo el territorio de la República y, en particular, en los campos y caminos”. Pero lo más importante, deja de depender del Ejército y pasa a depender directamente del Ministerio del Interior, por intermedio de los Intendentes y Gobernadores, pero quedando sometido en cuanto a disciplina e instrucción a las leyes, ordenanzas y reglamentos del Ejército, como institución independiente.

La necesidad de contar con un organismo de previsión social, llevó al Coronel Flores, unido a un grupo de colaboradores, a fundar la Mutual de Carabineros, siendo su primer presidente del Consejo Administrativo. En él actuó además don Arturo Norambuena Riquelme, quien después de su retiro como General, se desempeñó como Gerente de la Mutualidad por más de 25 años.

Los disturbios sociales y políticos de 1920 permitieron apreciar el espíritu disciplinado de los Carabineros, dedicados a cumplir con su deber en lugares alejados de las grandes ciudades. Fue así como empezaron a escribir páginas verdaderamente heroicas. Los sucesos de Puerto Natales, en enero de 1919, produjeron en el país entero la más honda impresión.

En toda la población surgió el convencimiento de que en el Cuerpo de Carabineros había un héroe en cada individuo. En Puerto Natales, el cabo Belisario Fritz y sus valientes subalternos demostraron que los carabineros, frente a las hordas antisociales, no se rinden ni arrían su bandera. La lección de Puerto Natales trascendió hasta convertirse en una mística del sentido del deber y del honor profesional.

Además, cuando en Santiago se producían grandes desórdenes públicos, se recurría al Cuerpo de Carabineros, que en coordinación con la Policía Fiscal, controlaban estos desórdenes.

SU VIDA MILITAR Y EN CARABINEROS

El General Flores inició su carrera militar en 1891. En 1902, recién pasada la Revolución Balmacedista, asciende a Mayor y se incorpora al Regimiento de Gendarmes del Ejército, como Jefe del 2do Grupo. En abril de 1908 ocupa la segunda jefatura del Cuerpo de Carabineros, encontrándose como Comandante don Roberto Dávila Baeza y estando en ese cargo, además asume como Comandante de la Escuela de Carabineros, recién fundada, siendo considerado como su primer Director.

Autor de la letra del Himno de Carabineros, que en su tiempo se llamó Canción del Carabinero. Se estima que se habría cantado por primera vez, en una ceremonia en la Escuela de Carabineros, en el año 1916. Su veta artística la heredó a su hijo don Francisco Flores del Campo, autor de la famosa comedia musical de La Pérgola de las Flores.

En 1909 asume como Comandante interino del Cuerpo y en 1911 es nombrado en propiedad, a la vez que asciende a Teniente Coronel. En 1916 se le confiere el grado de Coronel y en octubre de 1920 asciende a General de Brigada. En enero de 1921 deja la Comandancia General del Cuerpo, al ser designado Inspector de Instrucción del Ejército. Al hacer entrega del Comando a su sucesor, el Coronel Alfredo Ewing, el Cuerpo ya cubría con su presencia, la totalidad del territorio de la República, de Tacna a Punta Arenas.

Fallece el General Francisco Javier Flores Ruiz, el 21 de septiembre de 1921, encontrándose en servicio activo en el Ejército.

Es de estricta justicia dejar constancia que, el desempeño del Gral. Flores, durante el tiempo que comandó el Cuerpo de Carabineros, fue sobresaliente, por su actividad incansable y gran entrega personal a la misión, ya que consagró a él los mejores días de su vida.

LOGROS EN SUS 12 AÑOS AL MANDO DEL CUERPO DE CARABINEROS

  • Logra iniciar el primer curso de formación de Oficiales en la Escar
  • Organizó el Regimiento de Ferrocarriles
  • Cubrió la totalidad del territorio nacional, desde Tacna a Punta Arenas, con unidades y destacamentos
  • Logró la dictación de la Ley de 1919, independizándose del Ejército y obteniendo una dotación fija y sueldos regulares, como primera ley Orgánica del Cuerpo
  • Creó el himno de Carabineros
  • Creó la Mutualidad de Carabineros

Inexplicablemente, el General Flores pasó del grado de Mayor al de General en el Cuerpo de Carabineros, completando un total de 12 años al mando de él, digo inexplicable porque los Oficiales de Ejército que se comandaban en el Cuerpo no estaban más de 3 o 4 años y después el Ejército los recogía a sus filas, para que siguieran la carrera militar.

La institución, le debe a este gran oficial un recuerdo de fervoroso cariño, respeto y admiración, por sus doce años a la cabeza de una de las instituciones que dio vida a Carabineros de Chile y que también, al igual que Dávila Baeza, lo tenemos olvidado.

Carlos Bustos Soto
General Inspector (R)
Profesor Emérito de Carabineros
Magister en Pedagogía Universitaria